08 Sep La Reducción de Daños Será ley. ABC y proyecto completo

Los esfuerzos del Estado por contener los indicadores de consumo de sustancias psicoactivas han fallado: así lo confirma cada nuevo estudio nacional de consumo. Y como si fuera poco, este enfoque solo basado  en la prevención y la abstinencia ha tenido el efecto practico de descuidar otros indicadores igual o más importantes, como aquellos relacionados a la salud de las personas  consumidoras. Por ejemplo: en Colombia, todavía no tenemos una idea precisa de cuántas personas mueren al año por sobredosis. Esta situación no es sostenible y es imperativo que el Estado colombiano empiece a considerar nuevas estrategias y herramientas para afrontar esta problemática.

Afortunadamente, ya sabemos exactamente qué políticas nos podrán ayudar a cumplir esta meta. Gracias al ejemplo de países como Canadá, Portugal, Inglaterra y Suiza, se ha demostrado cómo las políticas de reducción de riesgos y daños en el consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales poseen las cualidades necesarias para remediar varias de las falencias que hoy presentan los esfuerzos del Estado. Estas políticas nos darían un rango de servicios el cual nos permitirá atender correctamente las necesidades de todas las personas consumidoras, no solo aquellos que estan buscando la abstinencia.

Sin embargo, a pesar de que la reducción de riesgos y daños ha sido contemplada desde el gobierno de Alvaro Uribe, en la practica, su implementación ha sido escasa y desarticulada. Es por esto que el Congreso de la República, a través de este proyecto de ley, debe exigir el cumplimento de las obligaciones que ha adquirido el Estado en esta materia y darle un fuerte impulso a este paradigma de cuidado, el cual tiene el poder de dar un gran paso hacia adelante en la modernización de la política de drogas del país. Si el mundo transita hacia la regulación de los mercados de drogas, el consumo responsable, la reducción de riesgos y daños, la educación en el consumo, el cuidado y el autocuidado serán las únicas estrategias que nos permitan afrontar con precaución un mundo con drogas reguladas.

#ConsumirConMenosDaño 

¿Qué es? 

Es un proyecto de ley el cual busca desarrollar un marco normativo para la implementación de las políticas de reducción de riesgos y daños en el consumo de sustancia psicoactivas. Adicionalmente, se contemplan varias medidas para impulsar dicha implementación.

¿Cuál es su enfoque?

El enfoque del proyecto es sumamente de salud pública. Específicamente, reducción de riesgos y daños.

Adicionalmente, el proyecto enfatiza los compromisos que ha adquirido el estado en materia de derechos humanos, especialmente en lo que concierne a los derechos de las personas consumidoras de sustancias psicoactivas legales e ilegales.

¿Cuáles son los principios rectores del proyecto de ley?

• Derechos Humanos
• Derechos de las personas consumidoras
• Salud Publica
• Participación de la Sociedad Civil
• Accesibilidad
• Tipologías de consumo
• Información y servicios diferenciados
• Participación Inclusiva
• Fundamento en evidencia científica
• Practicas costo efectivas
• Enfoque dual (Consumo de sustancias psicoactivas y salud mental)
• Recolección de información
• Enfoque Transversal

¿Cuál es su objetivo?

• Fortalecer la infraestructura nacional de reducción de riesgos y daños en el consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales.
• Recopilar dentro de una ley distintas obligaciones, compromisos y disposiciones sobre reducción de riesgos y daños que hasta el momento solo han sido contempladas en normas de carácter ejecutivo.
• Acertar la legitimidad médica, científica y psico-social del paradigma de reducción de riesgos y daños.
• Propender por el involucramiento de la sociedad civil en proyectos del Estado de reducción de riesgos y daños e incrementar la representación de las personas consumidores en dichos proyectos.

¿Qué es la reducción de riesgos y daños?

La “reducción de riesgos y daños” es un término general para las intervenciones destinadas a reducir los efectos negativos en salud provenientes del consumo de sustancias psicoactivas (SPA) y comportamientos relacionados. Los ejemplos más conocidos son los programas de dispensación de agujas hipodérmicaspara personas que usan drogas inyectadas,las campañas de consumo responsable de alcohol, los dispositivos de vapeo y calentamiento de tabaco,las terapias de sustitución con metadona y los servicios de análisis de sustancias.

Este paradigma de cuidado sostiene unas premisas fundamentales muy diferentes al modelo clásico de política de consumo de drogas basado en la prevención, la criminalización y la abstinencia. En el modelo presentado por la reducción de daños las personas consumidoras problemáticas son vistos como pacientes médicos, no como criminales, ya que esto solo empeoraría sus posibilidades de superar su consumo. La reducción de daños NO pretende reemplazar la prevención para quienes no lo hacen y tampoco el tratamiento de superación del consumo para quienes tienen problemas y desean abandonarlo, lo que busca es COMPLEMENTAR el espectro de oportunidades de abordaje como también lo esta haciendo el uso terapéutico y medicinal de las drogas.

La diferencia significativa entre la reducción de daños y el modelo clásico no está en sus objetivos, pero si en sus métodos. Ambos modelos apuntan a establecer una sociedad saludable y funcional, sin embargo, el modelo clásico pretende hacer esto a través de la prohibición y la abstinencia, mientras que el paradigma de reducción de riesgos y daños hace uso de diferentes pautas. Estaspolíticas no usan el cese de todo uso de drogas como su criterio para intervenciones y políticas exitosas: el objetivo es lograr avances positivos en la calidad de vida, así como en el bienestar individual y comunitario. Si el paciente decide que quiere trabajar hacia la abstinencia esto esaún mejor, pero dicha expectativa nunca se coloca en el paciente.

¿Cuáles son algunos de los malentendidos comunes?

• No debemos caer en la falacia de pensar que la reducción de riesgos y daños es únicamentepara los consumidores problemáticos o que solo es útil en términos de sustancias ilegales. Cuando un individuo funcional decide querer reducir su consumo semanal de cigarrilloso saber consumir alcohol responsablementeesto también se considera como reducción de riesgos y daño
• El proyecto de ley no busca remplazar los esfuerzos del estado en materia de prevención y abstinencia, al contrario, lo que se esta buscando hacer es complementar estas políticas para así tener un rango más extenso de servicios que permitan atender las necesidades de todos los consumidores.
• La reducción de riesgos y daños no será aplicable para los menores de edad. En cuanto a los menores, los esfuerzos del Estado deben seguir concentrándose en la prevención y en la pedagogía.

¿Por qué es efectivo el paradigma de la reducción de riesgos y daños?

Debajo del paradigma de la reducción de riesgos y daños está la teoría de la automedicación, la cual goza de gran aceptación. Esta teoría sostiene que los síndromes psiquiátricos (y la salud mental en general) subyace el abuso de drogas en una proporción significativa de los casos. Básicamente, muchos de las personas consumidoras problemáticas están intentando encubrir problemas psicológicos y/o emocionales másprofundoso se encuentran dentro de un entorno el cual los lleva al consumo.

Bajo esta teoría, solicitar la abstinencia por parte del paciente en las primeras etapas del tratamiento es un error. Cuando se está llevando a cabo una terapia orientada psiquiátricamente, si hay de tener una esperanza de éxito, no es prudente exigir que un pacienteabandone su mecanismo principal de soporte como una condición para acceder a la primera etapa de su tratamiento.

Esta condición puede precipitar una crisis psiquiátrica en las etapas más delicadas del tratamiento y genera altas tasas de abandono. En efecto, una de las razones más citadas por personas consumidoras problemáticas para no ingresar a un programa de abstinencia es su incapacidad de partir con su consumo totalmente. En esta situación, la abstinencia debería ser un objetivo a largo plazo, iniciado con cautela y el consentimiento del paciente cuando este haya hecho suficiente progreso en la fase inicial de su tratamiento.

Al dejar a un lado la abstinencia (y asegurándose de cultivar un entorno el cual no estigmatiza al consumidor) la reducción de riesgos y daños le ayuda al consumidor problemático a hacer mejoras sustanciales en términos de su salud y de su funcionamiento social. Aunque es posible que la persona consumidoranunca llegue hacía la abstinencia completa, este paradigma tiene la posibilidad de ayudarle a encarrilar su vida y a revertir muchas de las cualidades insostenibles de su consumo.

Sobre el financiamiento y la participación

El mayor daño causado a  la salud publica, como a la convivencia, son el cigarrillo y el alcohol, ellas pagan una alta tasa de impuesto bajo el principio de resarcir el daño que hacen a los individuos y a la sociedad, por tanto los impuesto no solo buscan evitar el acceso a ellas, especialmente a los menores de dad, sino también retribuir al sistema de salud el daño generado. De la misma manera, los bienes materiales e inmateriales recuperados de las actividades ilícitas, tales como dinero en efectivo, bienes materiales, vehículos, inmuebles etc, deben tener como destinación principal los programas de prevención , reducción de daños y superación del consumo de sustancias psicoactivas, hasta el momento estos recursos van destinado exclusivamente a la interdicción y fortalecimiento de la persecución que pese a los miles de millones de dólares invertidos no ha dado los resultados esperados en evitar la oferta y por tanto hay que actuar en reducir la demandacon prevención, reducción de daños y superación del consumo.

La participación de las personas consumidoras y de las organizaciones de la sociedad civil que durante años han impulsado los cambios más significativos en materia de innovación para abordar el porte y consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales, deberá ser integrada de manera efectiva en la construcción de políticas publicas, la implementación y su evaluación.

Lea aquí el proyecto de ley completo y vea quienes lo firman.

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