Actualización del Plan Decenal de Salud Pública 2022 – 2031: ¿Avanzamos o retrocedemos?

Actualización del Plan Decenal de Salud Pública 2022-2031: ¿El Ministerio de Salud le apostará a la innovación en el abordaje de sustancias psicoactivas? o nos condenará a serguir retrocediendo.

Bogotá, D.C., 5 de mayo de 2022 Durante más de diez meses el Ministerio de Salud y Protección Social adelanta el proceso de actualización y formulación del Plan Decenal de Salud Pública (PDSP) 2022 – 2031. Pero, ¿Por qué alertar sobre este proceso con un enfoque de sustancias psicoactivas? Mediante reuniones y derechos de petición dirigidos al Ministerio de Salud, la Corporación Acción Técnica Social conoció que en los ultimos días grupos técnicos al interior de la entidad trabajan en la formulación de líneas de acción, dimensiones, metas, objetivos y estrategias que se pondrán a consulta pública en las próximas semanas. Para el dia 16 de mayo hemos sido invitados, con otros actores como médicos, psiquiatras, psicologos, centros de rehabilitación a “la mesa de validación de acciones sectoriales e intersectoriales en el marco de la formulación del Plan Decenal de Salud Pública 2022-2031 “

En este contexto, mediante este comunicado queremos informar y alentar a la ciudadanía a vincularse a este proceso de participación, así como a los tomadores de decisión a incluir los elementos claves de la coyuntura actual en materia de sustancias psicoactivas que permitan al país avanzar en el abordaje de este fenómeno mediante la innovación social pública, la salud pública, los derechos humanos, la evidencia y la investigación.

El PDSP es una política pública de Estado que, como su nombre lo indica, es la hoja de ruta de los siguientes diez años en salud, que garantiza la salud como derecho fundamental y en el que se define la actuación articulada entre actores y sectores públicos, privados y comunitarios para crear condiciones que garanticen el bienestar integral y la calidad de vida en Colombia. Este define, además de las prioridades y necesidades en salud, la orientación de recursos que se deben destinar al cumplimiento del Plan a nivel nacional y territorial, así como las responsabilidades de los actores del sector salud para su cumplimiento (Nación, Departamentos, Municipios, Entidades promotoras de Salud, Instituciones Prestadoras de salud, Administradoras de Riesgos Laborales, y la comunidad).

Hace once años, se adelantó por primera vez el proceso de formulación de una política de Estado de largo plazo en salud, dando como resultado el primero PDSP que se implementó de 2012 a 2021. Lastimosamente, para ese proceso de consulta ciudadana y de definición técnica, no se incluyeron los avances que para entonces se incluían en diferentes políticas públicas, cuando se daban las primeras victorias de cambio de paradigma para entender las drogas como un asunto de salud pública, ya existía en enfoque de mitigación de daños en la política publica de SPA desde el 2007, los fallos de las cortes reconocían en consumo como un elemento del libre desarrollo de la personalidad y no necesariamente una enfermedad entre otros aspectos.

En efecto, el abordaje se concentró en la reducción del consumo, programas de prevención y cesación del consumo de sustancias psicoactivas ilegales (principalmente marihuana) y legales (alcohol y tabaco). Objetivos, metas y recursos que llegaron a un tope de resultados, y que si bien lograron resultados positivos en una porción de la población, para otros se quedaron rezagadas. Medidas que durante diez años no se actualizaron y tampoco respondieron al consumo de diferentes sustancias, a las necesidades de la población usuaria de drogas, al avance en reconocimiento de derechos y libertades, y a las innovaciones sociales y de salud que mostraron resultados en el abordaje – adelantada por la sociedad civil, la academia y dispositivos de base comunitaria en el país-. El actual proceso plasma una visión tradicional, extremadamente patologizante, retardataria y anticuada en el abordaje del consumo de SPA que han venido orientando las acciones del Ministerio de Salud en los últimos años y no adhiere a las tendencias internacionales de cambio y eso debería preocuparle a todos los actores involucrados en el tema en el país.

Después de diez años, se presenta una nueva oportunidad para reconocer la evidencia, la tendencia de cambio, el marco legal existente y que tiende a transformarse en los próximos años, se dirige a que en la siguiente década, en lo relacionado a políticas de drogas serán determinantes los siguientes sucesos de contexto para que tengan en cuenta en el análisis del Plan Decenal.

  • Regulación legal de sustancias ilegales: En Colombia ya tenemos cannabis medicinal, en los próximos 4 años se estima la regulación del cannabis recreativo para uso adulto, también está en marcha el debate de la regulación de la hoja de coca y sus derivados psicoactivos y no psicoactivos. En otros países se avanza en la despenalización y regulación de sustancias psicodélicas. Tendremos un mundo con drogas reguladas en los proximos 10 años.
  • Reducción de riesgos y daños como estrategia de educación frente a un contexto con drogas reguladas: Con un escenario de drogas legales e ilegales en circulación y consumo, la reducción de riesgos y daños para el consumo de sustancias legales para alcohol y la nicotina, así como ilegales como drogas de síntesis, opioides y cannabis entre otros, se posiciona como una herramienta que previene consumos problemáticos, intoxicaciones graves y muerte. Dado que un mundo libre de drogas no es viable, necesitamos convivir en paz con las drogas.
  • Participación de personas consumidoras: La actuación de las personas consumidoras como sujetos y no como objetos de política pública vienen no solo evidenciándose en diferentes instancias, sino también siendo reconocida por la política pública y en el caso concreto de Colombia, la ley de participación en salud y de veedurías ciudadanas. En un mercado regulado, no será el delineucnte, sino elpaciente y el cliente ciudadano quien determinará el devenir de este mercado.
  • Uso de sustancias declaradas ilícitas con fines médicos, industriales, terapéuticos y científicos: El cannabis fue la sustancia que rompió el tabú para retomar estudios, investigaciones y usos de las sustancias declaradas ilícitas con fines terapéuticos, medicinales, industriales, alimenticios etc. Investigaciones actuales con Ketamina, MDMA/Éxtasis, LSD, Psicodélicos, entre otras, pronto llevarán a descubrimientos útiles que les harán cambiar su estatus legal en los próximos 10 años, no solo en Colombia sino en el mundo como ya vienen ocurriendo.
  • Amplia agenda legislativa sobre reforma de politica de drogas: En el último cuatrienio se presentaron más de 13 proyectos de ley progresistas para reformar politicas publicas en cannabis, coca, nicotina, reducción de daños, tratamiento penal diferenciado, atencion en salud, catedras, prohibición del glifosato, derechos de personas consumidoras etc. No hay razón para pensar que esta tendencia no se mantendrá y por el contrario aumentará y se intensificarña siguiendo la tendencia mundial de cambio.

Asi las cosas, pensar un plan decenal que no reconozca el cambio que está dando el mundo y la dinámica del Congreso de la Republica, no solamente está llamada a fracasar, sino que será suplantado y superado por las ordenes que el Congreso y el ejecutivo le imponga con las medidas regulatorias que se avecinan.

Con este contexto, creemos que las acciones estructurales a atener en cuenta a  la hora de desarrollar el plan decenal de salud pública en su componente de sustancias psicoactivas legales e ilegales.

  1. Adopción del enfoque de reducción de riesgos y daños, para sustancias legales e ilegales, como enfoque estratégico de salud pública integral y complementario del enfoque de prevención, superación del consumo y construcción de capacidad de respuesta.
  2. Centrarse en la reducción del daño y la funcionalidad de las personas consumidoras, como enfoque integral en salud, y no exclusivamente en la cesación y la disminución de prevalencias como indicador de éxito. Abordando a partir de la diferenciación de los consumos experimentales, recreativos, habituales, dependientes y problemáticos.
  3. Atención en salud centrada en el usuario de sustancias psicoactivas y el respeto por sus derechos humanos y la no estigmatización
  4. Garantizar el acceso a alternativas de terapias, vías de administración para la mitigación de daño, asistencia integral.
  5. Disfrutar de los avances tecnológicos y la evidencia científica frente al consumo de sustancias psicoactivas legales e ilegales y la reducción de riesgos y daños como parte del derecho a la salud
  6. Enfoques diferenciales – género, étnico, territorial – a las estrategias de abordaje de consumo de sustancias.
  7. Participación amplia y efectiva de las personas consumidoras en el diseño, implementación y evaluación de estrategias de abordaje del consumo de sustancias psicoactivas.

Invitamos al gobierno saliente a que reconozca este contexto de transición en el abordaje del consumo de sustancias psicoactiovas, el cual deja atrás la abstinencia como único enfoque de intervención y transita a la reducción de daños, la funcionalidad, el derecho a decidir de las personas.