Discurso inaugural Julian Quintero HRI25 Bogotá

Buenas tardes, personas de la mesa,

Equipo de Hri 25

Equipo de ATS

Invitados nacionales e internacionales

 

Bienvenidos a la capital mundial de la cocaína, es un saludo que les da escozor y pena por lo que nos ha tocado vivir, porque nos han hecho pensar que el problema son las drogas y no la prohibición,  pero que estoy seguro que en unas décadas el sentimiento será diferente cuando hayamos superado la prohibición que hoy nos impone el miedo de hablar de las drogas, que nos veta los temas, que nos pone límites, que instaló al policía en nuestras cabezas. Bienvenidos a la capital del país que más ha sufrido el costo humano y social de la prohibición.

La idea de traer esta conferencia a Colombia empezó cuando tuvimos la oportunidad de estar en Oporto y conocer a Lucy y Maddie, desde ese día nos pusimos el propósito de traer la Conferencia Colombia. Pasó la pandemia, hablamos con los colegas que siempre que hemos impulsado la reforma de política de drogas, aprovechamos los aires del nuevo gobierno del presidente Gustavo Petro que entraba y recibimos el respaldo del Viceministro de Salud y la Dirección de política de drogas, mandamos la carta, dimos lo argumentos, fuimos seleccionados y henos aquí presentes el día de hoy, ratificando que los planes a mediano y largo plazo dan resultado, y que medir los avances de las reformas de las políticas de drogas se miden en décadas y no en años.

Quiero darles las gracias por elegir a Colombia, por el apoyo del gobierno, por los mejores socios y socias de la sociedad civil que hemos tenido, gracias al equipo de HRI y de ATS que se echó esta conferencia encima y sobre todo gracias a todos ustedes que no les dio miedo venir a Colombia. Aquí en Colombia nos volvimos expertos en innovar para fracasar en la prohibición, hemos vivido el fracaso de la fumigación, la extradición, la guerra, en el carcelamiento, la sustitución de cultivos, y nada, nada ha podido detener el aumento del cultivo, el procesamiento y el consumir.

Pero también nos estamos volviendo expertos en innovar para la regulación, hoy estamos aquí, echándole más tierra a la tumba de la prohibición para que germine la vida. Porque un mundo sin drogas es imposible y tenemos que aprender a convivir en paz con ellas y para eso ha llegado la reducción de daños.

No ha sido fácil llegar a este punto, hace unos años la reducción de daños no estaba de moda y no mostraba tanto volumen de evidencia como el que tenemos hoy en día. Sin embargo, es actualmente nada más y nada menos, que la reducción de daños, el análisis de sustancias, el uso de naloxona, el análisis con tiras reactivas, las salas de consumo supervisado, el factor fundamental que ha logrado contener en la crisis por sobredosis de fentanilo. La pandemia por drogas más fuerte de los últimos 150 años no se está resolviendo persiguiendo narcos mexicanos, ni imponiendo aranceles a china, se está resolviendo con la reducción de daños comunitaria venida desde abajo y yendo hacia arriba, es la reducción de daños la que ha empezando a contener la crisis que nació como consecuencia de la avaricia, el consumismo, el capitalismo y la corrupción de farmaceuticas, personal médicos y agencias regulatorias.

Muchos de los que están hoy aquí sentados, hace 15 años cuando empezamos a analizar sustancias y entregar jeringas limpias en Colombia, despotricaban del enfoque, hablaban mal de nosotros, decían, (y aun lo dicen muchos) que promovemos el consumo de drogas, que estamos envenenando a los niños y niñas, nos amenazaron con llevarnos a la cárcel y que la reducción de daños no era más que una promoción del consumo. Pero hoy están aquí compartiendo con nosotros, apesar que han sido fuertes más fuertes y agresivos que los mismos prohibicionista. Los recibimos con los brazos abiertos y no los culpamos, por que el prohibicionismo tiene como objetivo no solo dividirnos, sino también prohibirnos hablar de drogas si no es para satanizarlas y decir que son malas como si la culpa fuera de las drogas y no de la prohibición. Claro que tenemos errores, somos humanos y pedimos disculpas a todos aquellos a quienes hemos ofendido con justa y sin justa razón, porque avanzar siempre va a tener unos costos sociales y culturales, donde muchas veces hemos sacrificado grandes amistades por cumplirle a la causa.

Estamos muy felices porque el principal objetivo para nosotros, haber traído esta conferencia a nuestro país y a nuestro continente, fue llevar una actualización y ofrecer la innovación de conocimientos a todos los interesados en el tema de la región. Sus conocimientos en el tema de drogas no serán los mismos después de esta conferencia y los resultados del impacto de esta avalancha de innovación e intercambio los empezaremos a recoger en los próximos 10 años en nuestra región sin duda alguna, gracias por responder a esta convocatoria.

Por eso ha sido necesario abrir el campo de la sociología de las drogas, entender cómo las sustancias han moldeado nuestras relaciones sociales, no solo en los efectos de socialización e interacción social que produce el consumo como la líbido, la empatía, la curiosidad, la verborrea, la sensualidad, la deshabituación, sino el impacto que produce en nuestra sociedad la prohibición de las drogas, como el narcotráfico ha moldeado nuestra sociedad, ha permitido el rápido ascenso social, ha modificado nuestra escala de valores, ha debilitado las bases éticas de nuestra sociedad.

Espero dedicarme a eso en unos años cuando me jubile a la sociología de las drogas teniendo como ejemplo a Colombia.

Y son todos muy bienvenidos a abrazar la reducción de daños pero teniendo en claro que 1) la reducción de daños no es solo salubrista, también es muy comunitaria, activista, política y solidaria 2) la reducción de daños no es para llevar a las personas engañadas a la  abstinencia, se puede lograr pero no es el principal objetivo, 3) La reducción de daños más que salud pública es una reivindicación de derecho de las personas usuarias que nos movilizamos para cambiar las políticas de drogas, 4) La reducción de daños es el enfoque que nos prepara para vivir en el mundo con drogas reguladas que se nos aproxima en los próximos 50 años, 5) La reducción de daños es la puerta para gestionar nuestros placeres y sacar el máximo beneficio a las sustancias para ser mejores personas y mejor sociedad mientras minimizamos al máximo los impactos negativos de estas. 6) La mejor reducción de daños será la legaliación y regulación de las drogas, de la marihuana, la cocaína, la heroína.

Colombia es uno de los países del mundo que actualmente brinda más oportunidades para impulsar las reformas de políticas de drogas desde el sur global, sufre todos los días con los impactos negativos del fracaso de la prohibición, cuenta con un impulso constante en las reformas por parte del poder judicial, con una sociedad civil fuerte y organizada para movilizar este cambio y con una nueva generación política que se está atreviendo a plantear discusiones y reformas incómodas para el futuro. Colombia está pasando de los discursos de cambio a la acción, no es fácil por el trauma que recae sobre nosotros por la violencia de los narcos o la buena tarea de la prohibición.

En Colombia hay toda una serie de reformas que han permitido el avance de la reducción de daños, gracias a la justicia, el autocultivo de 20 plantas para el consumo,  la descriminalización la dosis personal, la dosis de aprovisionamiento, las políticas públicas,  la sala de consumo supervisado. Es cierto que falta el cambio cultural y generacional que necesitamos, los que hoy son mayores y están dejando el liderazgo morirán con las botas de la prohibición puestas y no cambiarán de opinión por más evidencia que les brindemos

Hace poco me preguntaban, qué hacía falta para materializar y concretar el fin de la  prohibición y una nueva política de drogas, y mi respuesta fue, una nueva generación y esa nueva generación son ustedes, porque ya toda la evidencia está sobre la mesa, ya nos hemos saciado de demostrar por qué son más dañinas las políticas prohibicionistas que las drogas y como la regulación de los mercados, la reducción de daños hacen menos dañinas las drogas y no solo eso, sino que nos permiten sacarle beneficio terapéutico, medicinal, social, individual y placentero.

Mi generación recibió el legado de una masa crítica que le levantó la mano para decir que la prohibición no funcionaba, mis antecesores pusieron en evidencia que las drogas no se prohibieron por dañinas sino para perseguir grupos minoritarios que reivindicaban derechos, que querían migrar o se oponían a la guerra, un legado de rebeldes que se atrevieron a entregar jeringas, suministrar medicamentos, analizar drogas para salvar vidas pese a que era ilegal y muchos fueron a la cárcel. Mi generación se encargó de dar los primeros pasos y hacer los primeros experimentos de legalización, de romper el consenso internacional de Viena, de volver la reducción de daños políticas públicas y leyes, de elevar la práctica comunitaria a políticas públicas.

Ahora está en sus manos masificar este cambio, ustedes como nueva generación especialmente en Colombia y Latinoamérica que ya no sufre el síndrome de Pablo Escobar y el trauma que sí tienen esta generación de pensar que el problema son los narcos y no la prohibición, para ustedes Pablo Escobar es el pasado, es historia y no, es el presente y eso los libera de muchos traumas y muchas taras. Ahora para materializar este cambio están ustedes, la nueva generación podrá comprar marihuana legal y analizar sustancias el día que tomen la decisión de hacerlo y eso no ocurría en nuestra época, era delito, y eso ya cambia mucho.

Ustedes están llamados a desprenderse de esa práctica segregasionista que construye discursos a partir de diferenciarse o atacar al otro, la coca no es cocaína dicen unos pero sí coca también es cocaína, los cannábicos no somos yonkies pero sí, ambos somos consumidores; los autocultivadores no somos dealers pero ambos proveemos sustancias, los que hacen prevención no somos los que hacemos reducción de daños pero a todos nos interesa reducir el impacto negativo de las drogas; los del norte no somos los de sur pero todos hacemos parte de un mismo planeta, es nuestra responsabilidad ética superar la construcción segregacionista y comparativa de nuestra realidad, reconocernos a todos en las diferencias como parte de un todo. Esto será una de las claves para superar la prohibición.

Ahora las redes sociales, las redes sociales se nos quedaron pequeñas para sacar adelante nuestras causas sociales, no podemos cambiar el mundo si no nos permiten hablar de él, pues por un lado está el exceso de censura y regulación por parte de las plataformas, no podemos hablar de la reducción de daños en consumo de cannabis porque creen que estamos vendiendo cannabis, mientras el hackeo al algoritmo vende todo tipo de productos de cannabis legales e ilegales, por otro lado está la falta de regulación y el excesivo privilegio al conflicto y la mentira, las redes sociales le han hecho creer a muchas personas que su opinión es importante o válida y no es así, muchas personas son sumamente tóxicas y solo quieren destruir, pero encuentran en las redes comunidades de odio que aplauden posturas destructivas y acaban con años de investigación, argumentos y evidencias en minutos a cuenta de likes.

Esta realidad, de que las redes sociales no estén a la altura del cambio histórico nos hacen un llamado y es volver a la realidad, a la conversación cara a cara, a la interacción con la comunidad, hoy en día lo realmente revolucionario no es estar conectado, es estar desconectado de las redes y las pantallas, mientras se está presente con las personas cara a cara abrazándonos. Las redes sociales están fracasando en la idea de ayudarnos a ser mejor sociedad y nos deben impulsar  de nuevo al cara a cara.

Queremos reconocer que gran parte de los cambios que hoy vivimos y vemos en las políticas de drogas en el mundo, han venido de la sociedad civil y de las personas que consumimos drogas, era muy importante que el liderazgo de este tema lo tomáramos las personas que usamos drogas en el mundo porque era inconcebible que fuera liderado por quienes nunca ni siquiera las había probado. El cambio de la estructura política, legislativa, mediática, normativa y cultural ha venido de abajo hacia arriba como los grandes cambios de la historia y eso nos garantiza la materialización del éxito en las próximas décadas. Contra todas las presiones que siempre nos dijeron,  que era imposible, aquí estamos, porque no solo confiamos en la evidencia, la ciencia, la investigación, los datos, la realidad que vivimos todos los días y nuestras experiencias con las drogas, sino que ante todo confiamos en nosotros mismos, en que esto no estaba correcto y había que cambiarlo. La sociedad siempre nos dijo que las drogas no me llevarían a ninguna parte, y gracias a dios las he conocido, han sido mi estilo y proyecto de vida y a ellas les agradezco haberlos conocido. Como nunca antes las personas que consumidoras drogas estamos cambiando las policías.

Sin embargo pese a todos estos avances en la dignidad de las personas usuarias, la sociedad sigue culpándonos por la condición de ser consumidores, que los turistas que viene a Medellín a usar drogas se lo buscaron, que las jóvenes que asesinan en los barrios por la venta de drogas se lo buscaron, que las muertes por sobredosis en Estados Unidos se lo buscaron, que los chicos muertos en las fiestas por usar éxtasis se lo buscaron, y así todo el que usa drogas y muere es porque se lo ha buscado y eso no es cierto. Nadie consume drogas para morirse, consumimos drogas para estar bien no para estar mal, pero la prohibición hace que muramos por falta de información, derechos, servicios, justicia.

Para ir cerrando invitados, amigos y colegas, estamos en una coyuntura  internacional frente a la amenaza de la descertificación en drogas por parte de los Estados Unidos, que es experto en echarle la culpa a los otros por el problema que ellos engendraron y las muertes evitables de su pueblo por temas de drogas, y saben qué, ojalá nos descertifiquen para liberarnos y hacer lo que todos sabemos que se debe hacer para superar esta ola de violencia de más 40 años por cuenta del narcotráfico en Colombia que es, la legalización de la cocaína. No es fácil la tarea y las polémicas cuando el presidente dice que el whisky es más dañino que la cocaína, algo que es real, lo demuestran. Regular la cocaína será la mejor estrategia de reducción de daños para la violencia en Colombia.

Mi presentación el día de mañana en la conferencia, es cómo el control del mercado de la cocaína por un solo actor con fuerza reduce las muertes, la violencia y la corrupción y así lo hizo las FARC antes del proceso de paz, el año con menos muertos en los últimos 50 años fue ese año donde las FARC controlaba el territorio de coca, tenía las armas y estaba en tregua  con el gobierno. Así es que la mejor manera de combatir a los grupos narcotraficantes que son la fuente de la violencia y la corrupción es tomando el control del negocio por parte del Estado, el que tenga el control del negocio tiene el control sobre la vida, recuerden que “Drogas prohibidas mafia agradecida” por eso debemos buscar que la  “Coca regulada paz garantizada”.

También estamos frente a una crisis internacional de financiamiento que evidenció la dependencia que muchos han tenido para impulsar los cambios y es un llamado a crear un modelo más diverso, independiente y soberano de financiación para poder hacer lo que sabemos que hay que hacer y no lo que otros nos impongan para hacer.

Entonces, el objetivo como sociedad debe ser la legalización de la cocaína en el mediano y largo plazo y para eso hay que agitar la conversación sin miedo y con evidencia, pero el objetivo a corto plazo para el gobierno nacional, el legado que debe dejar este gobierno y esta conferencia, es definir presupuesto estable para la prevención, la reducción de daños y la atención en salud pública al tema de drogas, las acciones en salud del tema de drogas no pueden seguir dependiendo de la cooperación internacional y lo acaban de demostrar con el cierre de USAID, tampoco de la voluntad política del gobierno de turno, debe depender de recursos con destinación eespecifica, una parte de los impuestos al alcohol, la nicotina y la marihuana en el futuro debe ir a esto, una porción importante de los bienes incautados al narcotráfico deben ir a la atención, el papel ya fue suficiente, reducción de daños y prevención y atención y salud pública está en en las politicas de drogas desde el año 2007, pero lo que no esta es el presupuesto y lo poquito que hay se disuelve entre la burocracia, la prohibición y el enfoque salubrista, es la oportunidad de dejar un legado historico y es involucrar de manera clara a las organizaciones sociales y comunitarias en la implementación de las reformas de politica de drogas, es gracias nosotros que el país y los gobiernos sacan pecho, gracias nuestro trabajo de décadas y es hora de reconocerles ese trabajo ampliando su capacidad y su posibilidad. No hacerlo queda en el mismo punto muerto de hace 20 años, mucho discurso, mucho papel y nada de presupuesto.

Y agradezco inmensamente a….

A las mujeres más cercanas de los últimos años para llegar a este punto..

Maddie, Lucy, Martina de HRi por la confianza… creo que todo ha fluido..

A Zara evans que no dio los primeros impulso, Maya y Yarelix siempre pendientes.

A inves elvira, Jenny y Nubia mis pares en la institucionalidad hace mas de una década

A las tias de la sociedad civi Isabel, Paula, Catalina, Ana Maria que las adoro

A nuestras enbajadoras internacionales Zara Snapp, Nubia y Fany

A Las voluntarias de Échele cabeza más o menos unas 30

A Estefania, Alejandra, Dina, Daina, Liliana del equipo de échele cabeza por ser tan importantes para esta organización

y especialmente a Vannesa Morris mi socia y pareja, que en silencio y muy discreta lleva la cordura y pausa de esta organización.

Disfruten mucho de nuestro país, disfruten de la conferencia, hagan turismo y tengan mucho cuidado con las sustancias, tenemos las sustancias más baratas del mundo y de muy buena calidad, tenemos espacio para consumo seguro, tenemos servicios de análisis de sustancias, también la ley nos protegen por el porte y consumo, nunca una conferencia y un país ha brindado tantas posibilidades y garantías como hoy lo hacemos aquí en Colombia, aqui nadie discrimina, nadie segrega, todos ayudamos, esto es el paraíso, así que el resto queda en sus manos, tomar decisiones informadas y responsables, siempre estar acompañados y no consumir nada que les dé un desconocido porque las drogas también las usan para hacer daño. Están en Colombia.

Les necesitamos a todos y vivos para seguir con esta causa…por que si algo estoy seguro en este momento del activismo es que ya no tengo afán porque estoy seguro que todo lo que hemos soñado va a pasar y está pasando.

gracias.

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