BOLETÍN: Sin ser vencida … sigue la heroína en Santander de Quilichao

Conozca algunas reflexiones de la más reciente investigación sobre el tema realizada por Corporación ATS para el Ministerio de Justicia y el Derecho.

Hace poco más de una década la heroína llegó a Santander de Quilichao para quedarse. Este municipio de menos de 100.000 habitantes, ubicado al norte del Cauca es un nicho atípico en el uso de heroína en Colombia y al mismo tiempo refleja el riesgo que traen para el consumo doméstico, factores como la alta disponibilidad de las drogas y la proximidad a zonas de producción.

Sin embargo, la realidad de Santander es un poco más compleja. No sólo se encuentra ubicado a 45 km de uno de los principales centros urbanos del país, Cali, sino que es muy próximo a poblaciones en las que el conflicto armado ha estado presente por décadas y en las que los cultivos de plantas declaradas ilícitas han sido prevalentes.

Se trata de una de las zonas del país en las que aún existe una amplia población indígena, igual que población afro-descendiente y ha vivido altos índices de violencia política, por razones de propiedad de la tierra y por narcotráfico, a lo largo de su historia. De acuerdo con algunos expertos consultados, muchas familias en Santander se han quebrado por la violencia o por la extradición, lo que hace que una porción importante de la población haya sido víctima tanto del conflicto armado, como de la “guerra contra las drogas”.

La heroína y su uso, se han asentado en este escenario con características igualmente atípicas. Los usuarios son más jóvenes que los del resto del país; con frecuencia inician su carrera de consumo con heroína y otras drogas “duras” como el bazuco (al menos un año antes que en el resto del país); la heroína está altamente disponible, es decir que su mercado no se encuentra diferenciado como es el caso de otras ciudades, con lo cual la percepción de riesgo es relativamente baja y podría decirse que su uso se ha “normalizado”…. seguir leyendo